En aquellos locales donde se disponga de elementos audiovisuales o cualquier equipo de reproducción sonora que pudieran generar niveles susceptibles de provocar molestias o que superen un determinado nivel sonoro, la legislación obliga a colocar un LIMITADOR-CONTROLADOR, que actúe en toda la cadena sonora y evite que los niveles sean demasiado elevados, lo que provocaría una contaminación acústica en los colindantes y/o exterior y por tanto sus consiguientes problemas.

Desde INGENYO ofrecemos la venta, instalación, configuración y el mantenimiento de todos los equipos limitadores existentes, que estén homologados y certificados para ser colocados en este tipo de locales, que normalmente son pubs y discotecas.

De este modo, garantizamos la tranquilidad al responsable de la actividad de que no está provocando molestias respecto a los colindantes, mientras que a las entidades de control ofrecemos un servicio de gestión de los niveles sonoros emitidos por la actividad, mediante la presentación periódica de informes de inspección de los equipos.

Mediante el contrato de mantenimiento del equipo limitador, garantizamos en todo momento el correcto funcionamiento del equipo, mediante la lectura, comprobación de errores y en caso necesario la colocación de un equipo sustituto mientras que se repara el equipo estropeado. Asimismo, realizamos lecturas periódicas de los niveles registrados por el equipo, para que el cliente tan solo se preocupe de reenviar dichas lecturas al organismo de control de los distintos Ayuntamientos, que según la normativa, exigirá a los representantes de estas actividades periódicamente.

Realizamos un análisis por bandas espectrales de presión sonora, para adecuar la instalación de cada equipo limitador a las condiciones de cada sala, de modo que goce de la máxima calidad y el máximo nivel de presión sonora, sin provocar molestias en los elementos colindantes. Hay que tener en cuenta que nuestros técnicos, concienciados con la calidad musical de los equipos que se colocan, tienen especial sensibilidad a la hora de la instalación de un equipo, llegando a un compromiso entre la calidad y la cantidad de música perceptible.